sábado, 18 de diciembre de 2021

No es estabilidad, es inteligencia.

 La vida, es cierto, no del todo es justa, miramos a muchas personas a nuestro alrededor y las situaciones que afrontan y no podemos evitar analizar, cuestionar y pensar: ¿Acaso esa persona esta viviendo o teniendo lo que merece?, ya sea bueno o malo. Un pensamiento que de inmediato dirigimos a nosotros mismos. 

Es difícil saber si la vida nos está dando lecciones con cada evento que vivimos, si en realidad es simplemente una casualidad o una "causalidad", aquello que sucede por una razón, pero realmente no conocemos el porqué y... es probable que nunca lo descubramos. 

Es cierto, existe una constante en cada día de nuestra vida y es que aprendemos continuamente, de los errores y los aciertos. Los errores pueden llevarnos por el camino del enojo, tristeza, incertidumbre y frustración. Sin embargo, al final su destino es el crecimiento, dándonos lecciones que atesoramos de por vida porque son esas lecciones las que nos forjan poco a poco. 

Los aciertos... bueno, se disfrutan, se gozan, se viven, mucha gente los toma a la ligera y no desarrolla ese sentimiento de paz y alegría de "hacer las cosas bien". Pero, realmente ¿Qué es hacer las cosas bien?, ¿Seguir un libreto social que nos han establecido de cómo actuar o como proceder?, ¿Dar gusto a un tercero con base en nuestras acciones y decisiones?, ¿Hacernos ver de cierta forma a través de los ojos del prójimo antes que los nuestros?.

En estos momentos no resulta sencillo el llegar a un punto de estabilidad emocional, la verdad puede que sea imposible, porque en realidad... no existe tal cosa. Cada día nuestras emociones giran, suben, bajan, cambian. Es por ello que se hace una mentira de nuestra parte el buscar esa "estabilidad" emocional. 

Pero, la verdad es que todo se deriva de la inteligencia emocional, no de la estabilidad emocional. Hay que ser inteligentes para saber que es valido el actuar con base en el sentir, pero no es lo mejor sentir con base en el actuar. 

Cuando erramos la gente por lo general te dice: supéralo, olvídalo, pero no se da cuenta que esas palabras no tienen sentido alguno... yo en lo personal diría: aprende y sigue. Los humanos no eliminamos, solo aprendemos a lidiar y vivir con ello.



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